
A lo largo de los años, nuestra piel va cambiando y, con ella, también aumentan ciertas condiciones o enfermedades que pueden afectarla; por eso, es fundamental prestarle atención, observarla con frecuencia y brindarle los cuidados necesarios para mantenerla sana. Si cuidas a un adulto mayor o simplemente quieres entender mejor cómo mantener tu piel saludable, ¡sigue leyendo!
¿Cuál es la función de la piel?
La piel no solo nos cubre: nos protege, nos regula la temperatura, evita que agentes externos ingresen al cuerpo, participa en la producción de vitamina D y es una parte clave de nuestra identidad. Con el paso del tiempo, se vuelve más fina, más seca y menos elástica, lo que la hace más vulnerable a lesiones, infecciones o enfermedades.
Enfermedades de la piel más comunes en los adultos mayores

Con la edad, la piel puede desarrollar ciertas afecciones que es importante conocer para prevenir, identificar y tratar a tiempo, algunas de las más comunes suelen ser:
Manchas
Son muy comunes y suelen aparecer por la exposición acumulada al sol y también se les conoce como manchas seniles o lentigos solares; aunque suelen ser inofensivas, es clave vigilarlas y consultar si cambian de color, forma o tamaño.
Vitíligo
Es una enfermedad en la que se pierde la pigmentación de algunas zonas de la piel, generando manchas blancas…Esta condición no es contagiosa ni peligrosa, pero puede tener un impacto emocional fuerte en quienes la padecen.
Cáncer de piel
Es una de las enfermedades más severas y se presenta, en muchos casos, por años de exposición al sol sin la protección adecuada. El más común en adultos mayores es el carcinoma basocelular; por eso, detectarlo a tiempo marca la diferencia y, es clave consultar si aparece una herida que no cicatriza o una lesión nueva.
Pie de atleta
Aunque solemos asociarlo con personas jóvenes, también puede aparecer en adultos mayores, especialmente si hay exceso de sudor o humedad en los pies. Se trata de una infección por hongos que causa picazón, enrojecimiento y descamación.
Verrugas
Las verrugas pueden aparecer con la edad como resultado de infecciones virales o del mismo envejecimiento de la piel. Algunas son planas y otras elevadas, y aunque la mayoría son benignas, hay que estar atentos a cualquier cambio en su apariencia.
Psoriasis
Es una enfermedad inflamatoria crónica que causa parches rojos, escamosos y con picazón, y hay que prestarle atención porque puede agravarse con el estrés o el frío, y requiere un manejo dermatológico para mejorar la calidad de vida del paciente.
¿Cómo prevenir las enfermedades de la piel de tu paciente?

¡El primer paso es observar! Revisar la piel a diario permite detectar cualquier cambio: manchas nuevas, heridas que no sanan, picazón constante o sequedad excesiva. Evitar la exposición directa al sol, usar protector solar incluso en días nublados, mantener la piel hidratada y vestir ropa cómoda y transpirable son algunos consejos claves que te brindamos. Además, una dieta rica en antioxidantes y una buena hidratación, favorecen la salud de la piel desde el interior.
Mantén la piel sana con estos cuidados
El aseo diario debe hacerse con agua tibia y jabones suaves, que no alteren el pH natural de la piel. Después del baño, seca bien los pliegues de la piel para evitar humedad y aplica una crema humectante, sobre todo en zonas propensas a la sequedad como codos, talones o espalda.
También te recomendamos que evites el uso de productos con alcohol o fragancias muy fuertes, ¡porque son muy irritantes!
Tratamientos para el cuidado de la piel de tu paciente
Existen cremas, lociones y tratamientos dermatológicos que ayudan a mantener la piel en buen estado o tratar afecciones específicas. En algunos casos, se pueden indicar medicamentos tópicos o sistémicos, fototerapia o intervenciones quirúrgicas menores. Lo más importante es que cualquier tratamiento sea indicado por un especialista, especialmente si el paciente tiene otras condiciones de salud.
Visita al dermatólogo ante cualquier cambio extraño en tu piel

No todos los cambios en la piel son normales, así que, si notas una mancha nueva, una lesión que no cicatriza, picazón constante o cualquier signo que te genere duda, lo mejor es consultar con un dermatólogo. Una revisión periódica puede prevenir complicaciones y garantizar una piel más sana, protegida y cuidada.
¡Cuidar la piel es cuidar la calidad de vida! En la adultez, este órgano indispensable merece toda nuestra atención y cariño. Prevenir, observar y actuar a tiempo puede marcar una gran diferencia en el bienestar diario. Desde TENA, creemos que cada detalle importa cuando se trata de cuidar a quienes más queremos. Acompañamos cada paso con productos diseñados para brindar confort, protección y salud, porque cuando cuidamos la piel, también cuidamos la dignidad, la tranquilidad y el amor propio de nuestros adultos mayores.
Fuentes
https://www.nia.nih.gov/espanol/piel/cuidado-piel-envejecimiento
Dirigido a:

MUJERES

HOMBRES

CUIDADORES
Comentarios