
La vida sexual del adulto mayor debe dejar de ser un tema que se trata poco en la cotidianidad de las conversaciones. Envejecer no significa el final de la sexualidad, sino una transformación que puede vivirse con mucho placer, teniendo en cuenta los factores que provocan los cambios, como lo son la disminución de las hormonas y la aparición de enfermedades, además de aspectos psicológicos como la depresión.
No solamente los adultos mayores deben encontrar un delicado equilibrio de cuestiones físicas y emocionales para vivir la sexualidad. Lo que pasa es que ese balance no es igual durante todos los años, sino que cada momento trae sus propios retos y beneficios.
Disfrutar al máximo de la sexualidad, según la Organización Mundial de la Salud OMS, ayuda a mejorar la calidad de vida de los hombres y las mujeres, porque beneficia la salud física, la salud mental y la autoestima.
Cambios en las hormonas sexuales
La menopausia es un proceso natural que atraviesan las mujeres cuando los ovarios dejan de producir estrógenos y, a su vez, la producción de progesterona disminuye, que es una de las hormonas reproductivas más importantes.
Con la ausencia de esas hormonas en el torrente sanguíneo, se deja de tener el ciclo menstrual y ya no puede producirse, evidentemente, un embarazo.
Lo más frecuente es que este proceso se viva entre los 48 y los 52 años, pero no todas las mujeres son iguales y esto no siempre depende única y exclusivamente de la edad biológica.
Con la menopausia, puede aumentar el deseo sexual, porque para ellas la edad no modifica la capacidad de sentir placer y llegar al orgasmo.
Por otro lado, los hombres no viven un proceso tan notorio como las mujeres, pero, con la edad, sí tienen cambios en sus hormonas. A este conjunto de transformaciones se les llama la andropausia, que es el proceso en el que algunas capacidades sexuales y orgánicas disminuyen. Esto sucede principalmente porque baja la producción de testosterona, que es la hormona conocida como la de los hombres.
Algunos especialistas no están de acuerdo con el término andropausia y prefieren llamar a este proceso “Declive androgénico del adulto maduro”.
Es común que los hombres necesiten un estímulo directo para prepararse para el acto sexual, al contrario de lo que ocurría en la adolescencia y en la juventud, cuando una sola insinuación bastaba para que estuvieran listos.
Con todas estas cosas que le pasan a los cuerpos y a las mentalidades, es normal que haya una tranformación del deseo y de las relaciones sexuales con el paso de los años.
No podemos pretender que todo se siga desarrollando de la misma manera que cuando teníamos veinte años, porque nuestros cuerpos ya no funcionan igual y porque estamos pensando y entendiendo el mundo de manera distinta.
Enfermedades que pueden afectar la sexualidad en el adulto mayor
No existe una fórmula exacta para vivir la sexualidad en ninguna de las etapas, pero cuando hablamos de la edad, claramente se dificulta un poco más.
Algunas enfermedades como la diabetes, el alzheimer, la presión alta o condiciones como la incontinencia, pueden influir:
La diabetes puede causar disfunción eréctil en los hombres debido al daño cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares en general pueden influir en una menor respuesta a los estímulos sexuales por los cambios en el flujo sanguíneo.
La artritis o algunas enfermedades relacionadas con la movilidad, dificultan los encuentros sexuales placenteros y limitan los movimientos.
Condiciones como la incontinencia pueden llegar a generar inseguridad e incomodidades, por eso es esencial que mantengas a la mano productos especializados que te brinden la confianza necesaria dentro y fuera de la intimidad. En TENA contamos con una gran variedad de productos que podrán hacer de esa, una experiencia mucho más placentera y segura, ¡conócelos aquí!
Cambios en la zona íntima

Con la llegada de una edad avanzada, los cuerpos reflejan los cambios hormonales, especialmente en la apariencia y en el funcionamiento sexual de las zonas íntimas.
Cambios en la sexualidad de la mujer
A pesar de que ya sabemos que la capacidad de sentir placer y alcanzar el orgasmo en las mujeres, se mantiene con los años, sí hay cambios físicos en la zona íntima que afectan directa e indirectamente las relaciones sexuales.
La vagina en las mujeres más jóvenes es un conducto que se distiende fácilmente, pero a medida que avanza la vida, se va volviendo menos extensible.
Además, las paredes vaginales pueden volverse más delgadas y rígidas, por la falta de estrógenos. Con eso, la lubricación natural puede disminuir, no solo en cantidad sino en tiempo.
Cambios en la actividad sexual del hombre
En los hombres, los cambios hormonales son más lentos, pero puede que sus repercusiones físicas sean más evidentes en la sexualidad, que en las mujeres.
El principal problema sexual que afecta a los hombres es que su sistema vascular ya no funciona igual, lo que hace que la erección tome más tiempo. Además, este problema se puede ver acrecentado por ciertos medicamentos que son muy comunes en adultos mayores.
Otro cambio relevante es la rigidez del pene y la fuerza de la eyaculación. Estas dos cosas no dejan de funcionar y es absolutamente normal que cambie el cuerpo con la edad, pero muchas veces los hombres se comparan con su pasado y sienten que no rinden como deberían.
Cambios psicosociales que afectan la sexualidad de los adultos mayores
Medicamentos: ciertos tratamientos médicos pueden traer efectos secundarios como la disminución del deseo sexual o dificultades para lograr una erección.
Privacidad: No contar con un espacio íntimo y seguro puede convertirse en una barrera para mantener la actividad sexual.
Imagen corporal: Los cambios en el cuerpo producidos por cirugías, enfermedades o el paso del tiempo pueden impactar en la autoestima y en la manera en que se vive la sexualidad.
El estado emocional también influye: la depresión, la ansiedad y otros trastornos pueden disminuir el interés en la intimidad.
¿Cómo es la relación de pareja luego de los 60 años?
Las relaciones de pareja e interpersonales deben ser gratificantes durante toda la vida. Es cierto que, a medida que las personas envejecen, las relaciones que tienen se van transformando.
Sin embargo, las películas y la publicidad nos ha vendido la idea de que solo las personas jóvenes pueden disfrutar del sexo. Esto es falso y solo contribuye a la creación de un mito sin fundamentos. Los cuerpos de las personas mayores pueden ser cuerpos sanos, pero también deseados y sexuados.
¿Cómo mantener el interés sexual en la edad adulta?
Bien dicen por ahí que el deseo se debe cultivar a diario, incluso en los pequeños momentos que construyen la cotidianidad. No cometas el error de creer que la intimidad se encuentra solo en el mero acto sexual; por el contrario, hay actividades que pueden resultar mucho más íntimas como un abrazo sentido antes de salir de casa, compartir una cena juntos, e incluso ese beso desprevenido que no volviste a dar.
Haz de cada “pequeño momento” uno mucho más especial y, como consejo adicional, agenda los encuentros sexuales, así ambos irán preparados y estarán a la expectativa.
¿Cómo enfrentar los problemas de sexualidad en la vida adulta?
Comunicación: dialoga con tu pareja abiertamente sobre lo que sienten y las preocupaciones que tienen para mantener la conexión y el deseo.
Atención médica: consulta con un profesional de la salud para identificar problemas físicos, ajustar medicamentos y tratamientos para mejorar la vida sexual como adulto mayor.
Terapia: un terapeuta sexual puede acompañarte en la búsqueda de soluciones para las dificultades que surgen en la intimidad en la tercera edad.
Flexibilidad: adapta la actividad sexual a las posibilidades del cuerpo y enfócate en aquello que genera placer para ti y para tu pareja.
¿Cuántas veces es normal tener relaciones sexuales después de los 60?

¡No existe una respuesta para esta pregunta! Todo depende de ti, de tu relación y de tu manera de vincularte. Puede haber parejas que sostengan relaciones hasta 3 o 4 veces a la semana; mientras que hay otras que las sostienen 2 veces al mes y esto es completamente normal y natural.
Haz lo que para ti se sienta mejor, sin caer en prejuicios, presiones o incomodidades.
Ahora que ya conoces todos estos posibles cambios en la sexualidad en la vida adulta, ¡no tienes porqué preocuparte! Disfruta tu vida con normalidad agregando estos simples tips de cuidado, y recuerda que en TENA siempre te acompañaremos durante esta etapa.
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