
¡Los goteos de orina involuntarios pueden darse por diferentes causas! Por ejemplo, la incontinencia urinaria por rebosamiento es una condición que a veces pasa desapercibida, pero que afecta la calidad de vida de muchas personas, por eso, entender de qué se trata, cuáles son sus causas y cómo tratarla, es clave para recuperar el bienestar y evitar complicaciones.
¿Qué es la incontinencia urinaria por rebosamiento?
La incontinencia por rebosamiento ocurre cuando la vejiga no se vacía completamente, ya sea porque hay una obstrucción o porque los músculos encargados de expulsar la orina no funcionan correctamente; esto provoca que la vejiga se llene en exceso hasta que comienza a gotear involuntariamente; es como si un vaso estuviera tan lleno que el agua termina derramándose sola, gota a gota.
Causas de la incontinencia urinaria por rebosamiento
Esta condición puede tener distintos orígenes, así que es imposible definir una causa universal que se vea igual en todos los cuerpos; pero lo que sí es cierto es que algunas de las causas más frecuentes pueden ser:
Incontinencia provocada por obstrucción del tracto urinario
En este caso, algo bloquea el paso de la orina: puede ser una próstata agrandada (en el caso de los hombres), cálculos urinarios, tumores o estrechamientos en la uretra. La orina no logra salir con normalidad, se acumula, y la vejiga termina desbordándose.
Incontinencia provocada por el fallo del músculo detrusor
El músculo detrusor es el encargado de contraerse para vaciar la vejiga. Si este músculo pierde fuerza o no responde correctamente —por ejemplo, en personas con diabetes, lesiones neurológicas o enfermedades como el Parkinson—, la vejiga se llena, pero no se vacía del todo.
Síntomas de la incontinencia urinaria por rebosamiento

Estos son algunos de los signos más frecuentes a los que debes prestar atención, porque pueden indicar que algo está sucediendo y por eso se da la aparición de la incontinencia por rebosamiento:
Goteo constante o intermitente de orina.
Sensación de no haber vaciado la vejiga por completo después de orinar.
Presión o malestar en la parte baja del abdomen.
Dificultad para empezar a orinar, incluso con ganas.
Infecciones urinarias frecuentes.
Si estos síntomas aparecen, lo mejor es consultar con un especialista; a veces pasan desapercibidos o se confunden con otros tipos de incontinencia.
Factores de riesgo de la incontinencia por rebosamiento
Aunque la incontinencia urinaria por rebosamiento es una afección que todos podríamos experimentar en algún momento de la vida, sí es cierto que hay algunas condiciones y situaciones que pueden aumentar el riesgo de desarrollarla, como esta:
Ser hombre y tener problemas prostáticos.
Tener enfermedades neurológicas como esclerosis múltiple, Parkinson o lesiones medulares.
Haber tenido cirugías pélvicas que afecten el sistema urinario.
Tomar medicamentos que interfieran con la contracción de la vejiga (como algunos antidepresivos o relajantes musculares).
Padecer diabetes mal controlada.
¿Cómo manejar la incontinencia por rebosamiento?
El primer paso siempre será el diagnóstico médico, que puede incluir estudios como ecografías, medición del residuo urinario (para saber cuánta orina queda en la vejiga tras ir al baño) y estudios urodinámicos; una vez hechos estos exámenes e identificado el problema, tu médico te dará diferentes recomendaciones para manejar la situación; esto puede incluir:
Vaciamiento programado: ir al baño en horarios fijos para evitar que la vejiga se llene en exceso.
Cateterismo intermitente: el uso ocasional de sondas para vaciar la vejiga si no se logra hacer de forma natural.
Cambios en la medicación: ajustar fármacos que puedan estar afectando el funcionamiento vesical.
Control de enfermedades crónicas: mantener en control la diabetes o afecciones neurológicas que puedan estar influyendo.
Tratamientos para la incontinencia por rebosamiento

¡Depende! ¿Cuál es la causa de tu incontinencia?, ¿existen factores de riesgo?, ¿cuántos años tienes? ¡Hay muchas preguntas por hacerse antes de elegir el tratamiento adecuado, por eso dependerá de la causa específica; lo que sí te podemos contar son algunas de las opciones más comunes:
Medicamentos: cuando hay obstrucción, se pueden usar fármacos para relajar la próstata o mejorar el flujo urinario.
Cirugía: en casos donde hay una obstrucción anatómica importante (como una próstata muy agrandada o un estrechamiento severo), puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Rehabilitación del suelo pélvico: aunque esta forma de incontinencia no siempre se debe a debilidad muscular, algunos ejercicios guiados pueden ayudar a mejorar el control.
Terapias combinadas: en muchos casos se requiere un enfoque integral, sumando cambios en la rutina, ajustes médicos y acompañamiento psicológico si la situación impacta en el ánimo o autoestima.
Si estás batallando con la incontinencia por rebosamiento, recuerda que esta es una situación muy común que, aunque poco mencionada, no debe esconderse. ¡Todo estará bien! Solo debes asistir donde un profesional que te recomiende el tratamiento más adecuado para ti y usar los productos acorde a tu necesidad, como las toallas higiénicas TENA Discreet para goteos de orina o los TENA Pants, ropa interior desechable para incontinencia moderada a fuerte, y puedas sentirte más cómodo y seguro durante el proceso.
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